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"De aquellos años jóvenes datan también sus
primeras experiencias con las drogas. Desde el alcohol hasta la heroína,
a la que dedicaría una impresionante colección de poemas en 1992,
ninguna le es ajena. Según comenta él mismo en la película
"El desencanto", dirigida por Jaime Chávarri en 1976, fue uno de los
primeros consumidores de ácido lisérgico que hubo en Madrid. No
obstante, se engañan quienes piensan que sus viajes a los
paraísos artificiales los que le llevaron al manicomio por primera vez.
Es el resquebrajamiento de un paraíso tan verdadero como la infancia y,
sobre todo como con tanto acierto apunta Rosa María Pereda en
"Joven Poesía Española" (Cátedra, 1979) la
exacerbación de la lectura, lo que si es que verdaderamente la ha
perdido hace a Panero perder la razón. Las voces que oye nuestro
poeta nada tienen que ver con esas otras que agobian a los desequilibrados
entre los que vive desde hace más de 15 años. En los oídos
de Panero susurran Lewis Carroll, Edgar Allan Poe, James M. Barrie, H.
P. Lovecraft... "
"De una u otra manera, todas
sus páginas, hasta sus traducciones, son autobiográficas. La
autocontemplación, junto a esa ya aludida autodestrucción, es
otra de las claves de su obra. Más de 30 años después de
la publicación de sus primeros versos, Leopoldo María Panero no
sólo es el único poeta maldito de nuestro panorama literario,
sino también el transgresor por antonomasia de nuestras letras. No en
vano, la biografía que su singular experiencia inspiró
recientemente lleva por título El contorno del abismo. "
Memba, Javier Leopoldo María Panero, el último
poeta transgresor.
http://www.elmundo.es/elmundolibro/2001/08/26/anticuario/998656061.html
(02.05.2007) |