Primera
estrofa |
El yo poemático
plantea la inutilidad de cambiar las condiciones externas de su vida para
resolver la crisis en las que se encuentra sin haber conseguido cambiar una
visión del mundo, la de su pasado, que convive con sus "buenos"
proyectos de cambiar de vida. |
Segunda
estrofa |
La acción se focaliza en "el
otro" personaje narrándonos su vuelta a casa, borracho, tras una noche
de bares y juerga. El yo poemático moraliza desde el otro lado del
espejo, pero el personaje le increpa su envejecimiento. |
Tercera
estrofa |
El yo del poema le contesta
recordándole que ya no es joven, que ha pasado el tiempo, y que su
opción de no reconocer ese proceso es patética. El personaje
adopta una actitud miserable que contrasta con la expresada al final de la
anterior estrofa |
Cuarta
estrofa |
El yo poemático plantea una
definición de la persona presentada en el poema por medio del
diálogo entre él y el personaje. Comprendemos que se trata de la
misma persona desdoblada en el personaje en crisis y la voz
moralizante |
Quinta
estrofa |
Esta última estrofa cierra
tanto la narración del poema como el propio discurso moral desde el
distanciamiento resultante por el uso de la última ironía
referida al "amarse a sí mismo" |